Mi primer contacto con la cerámica fué hace ya más de 20 años, en la escuela municipal de arte de Rubí, donde vivía por aquel entonces.
Un poco por casualidad estaba descubriendo una pasión, conociendo las técnicas para trabajar el barro y todo lo que rodeaba este mundillo: Exposiciones, ferias, la Associació de ceramistes, cursos de verano…
A partir de ahí tuve experiencias enriquecedoras, como asistir a un curso de verano en la Bisbal, al año siguiente ir al seminario de Sargadelos, posteriormente ir a cursar el grado de cerámica iniciandolo en la Escola Arsenal de Vilafranca, una escuela con un enfoque al estilo Bauhaus, y en la Pau Gargallo de Badalona donde acabé el ciclo y desarrollé el PF Pictolamps, que supone el inicio de todo esto.